Recurre a la última exclamación de Manuel Belgrano para poner el estetoscopio sobre el corazón de su pobre patria. Ofrece sin anestesia un diagnóstico angustiante: “fuimos ricos, cultos, educados y decentes; en unas cuantas décadas nos convertimos en pobres, mal educados y corruptos”. La crónica periodística recoge día a día datos graves que se tornan más difíciles de revertir. La pobreza en la educación da lugar a una carencia de valores básicos, que a su vez abren el camino de la corrupción. Se fragua una matriz perversa que desemboca en nuevas versiones del autoritarismo. Crece la arbitrariedad y asfixia la anomia.
¿Qué hacer cuando no se soporta más? ¿Cuándo el aire quema con su arenilla de iracundia? Este panfleto moderno, sonoro y esclarecedor ofrece claros diagnósticos que orientan por dónde empezar a curarse.
Opinión personal: Es un libro al cual se nota la bronca del escritor, y con justa razón aunque a todos los pertenecientes a la corriente política les pese. Pienso exactamente lo mismo y me da mucha tristeza que nuestros gobernantes sean tan egocéntricos y faltos de razón y amor a su patria.
Valoración personal: 5/5 monedas.
Género: Ensayo.
Edición: 2009
Editorial: Sudamericana.
Páginas: 384
ISBN: 9789500730464
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